SEGURIDAD SOCIAL Y LUCHA DE CLASES HOY

Hay en el Ecuador ahora decenas de miles de trabajadores que han cumplido todos los requisitos para jubilarse y sin embargo no renuncian a sus trabajos para acogerse a ese beneficio por una sola razón: las pensiones jubilares son demasiado bajas. Es decir, en la práctica, la clase dominante (la burguesía) ha conseguido que los dominados renuncien a su derecho a la jubilación.
La Comisión Interventora del IESS integrada en el gobierno de Mahuad, con 3 miembros, dos de los cuales eran firmes partidarios de las tesis neoliberales, presentaron al Congreso Nacional un proyecto de Ley de Seguridad Social, en el que se disponía que la edad mínima para jubilarse vaya elevándose progresivamente, según vaya subiendo en el país la esperanza de vida. La burguesía buscaba que aumente los años de servicio y de aportaciones de los trabajadores y que se redujera el tiempo del que se gozaría de la jubilación. De acuerdo con ese proyecto en el presente año 2006 la edad mínima para jubilarse debía subir a los 65 años.
La pretensión de la burguesía no pasó en su integridad por la lucha que libraron las organizaciones populares, especialmente los jubilados, en defensa de los principios constitucionales de la solidaridad que debe caracterizar a los servicios de seguridad social. Sin embargo, en la práctica, los explotadores han conseguido que los afiliados, aunque han pasado ya de los 65 años de edad, no soliciten la jubilación, sigan trabajando y sigan aportando al IESS, porque retirarse de su puesto de trabajo les significaría condenarse a una vejez extremadamente miserable y a afectar los niveles de vida de sus familias.
La Comisión Interventora del IESS inexplicablemente aprobó una resolución por la cual los afiliados mayores de 60 años de edad y con 30 años de aportaciones por lo menos, pudieran solicitar la jubilación sin necesidad de renunciar a su trabajo. A esta figura jurídica se le llamó la “jubilación activa”, que estuvo en vigencia desde 2002 hasta febrero de 2006. Fue una trampa, como lo vamos a explicar a continuación.
Son más de 10.000 afiliados los que están recibiendo la pensión correspondiente a la “jubilación activa”; están trabajando, con un salario bajo como el que en promedio tenemos los ecuatorianos, que en algo mejora con la pensión jubilar. Pero la dicha del pobre nunca dura.
Ahora se acaba de dictar otra resolución por la cual se hará un reajuste del monto de las pensiones jubilares, a quienes soliciten el ajuste hasta el 31 de agosto próximo, siempre que se hallen cesantes. Si no solicitan el ajuste la resolución dispone que la actual pensión quedará prácticamente congelada para el resto de la vida del afiliado. Es decir, los jubilados activos tienen un mes para decidirse a renunciar, quedarse sin trabajo y sin sueldo, para mejorar su pensión jubilar hasta en un 50% de lo que están recibiendo, o resignarse a seguir trabajando muchos años más porque su pensión no será reajustada y se quedarán con la que tienen.
Como se puede ver, la burguesía no le da respiro a la clase trabajadora, la acosa sin descanso y sin piedad; tan pronto los trabajadores hallan una forma de defender su economía familiar, la burguesía se apresura a quitársela.
La burguesía no se queda allí. Ya ha elaborado otro proyecto de Ley de Seguridad Social, de corte neoliberal, para restringir las prestaciones que debe dar el IESS a sus afiliados. La burguesía no da tregua en la lucha contra las clases trabajadoras. La respuesta de los oprimidos deber darse inmediatamente y fuerte, en todas las instancias. En la instancia electoral debe castigar a los partidos social cristiano y democracia popular, que hicieron polvo las aportaciones de los afiliados y que vienen impulsando las reformas neoliberales, y debe exigir a los candidatos a diputados que hagan pronunciamientos claros y concretos sobre cambios que promoverán para mejorar la seguridad social en el Ecuador.

OBSOLESCENCIA DEL PRINCIPIO DE NO INTERVENCIÓN

Así como ahora la “soberanía” de los Estados se pulveriza irremediablemente, al mismo tiempo le llegó el fin al principio de la no intervención.
El texto de la Carta de las Naciones Unidas por cierto no ha sido cambiado. Se sigue suponiendo que cada Estado tiene el derecho a escoger libremente el sistema político que quiera para organizarse, que puede dictar o reformar las leyes que desee y que ningún Estado tiene facultad para intervenir en los asuntos internos de otro. Los teóricos rezagados aún siguen pregonando esos principios burgueses, que si alguna vez rigieron en realidad, ahora es imposible que puedan ser observados.
Tanto quienes promueven su expansión a costa de los demás como los que ven en la solidaridad la única salida para la pobreza de los países no industrializados están actuando en dirección contraria a los principios de soberanía y de no intervención. La globalización imperialista y la globalización popular han roto definitivamente los límites del Derecho Internacional de los dos siglos pasados.
El imperialismo fue el primero en despedazar la soberanía y la no intervención. No respetó las decisiones de los pueblos latinoamericanos y de otras partes del mundo. Organizó golpes de Estado para derrocar directa o indirectamente a los gobiernos que no se sometían a las exigencias de las empresas yanquis: desde Chile y Argentina en el extremo Sur hasta México en el Norte han sufrido la más grotesca intromisión norteamericana en sus asuntos políticos, económicos, culturales y sociales. Las invasiones armadas a Panamá, Granados, República Dominicana, Guatemala, Cuba, Nicaragua; los derrocamientos de Allende, Perón, Carlos Julio Arosemena; el boicot a la Cuba de Fidel Castro o al Perú de Alan García o a la Nicaragua sandinista, no son episodios aislados, las excepciones que confirman la regla, sino la prueba irrefutable de que para Estados Unidos la soberanía y el principio de no intervención no existen, ya los había sepultado en el siglo XX y después del 11 de septiembre puso en práctica otro criterio, muy peligroso para el mundo entero, al haberse arrogado el derecho a desatar “la guerra preventiva”, el derecho a invadir otros territorios en los cuales podría estarse preparando atentados contra las potencias occidentales.
En el momento histórico, por instinto de conservación, los países explotados por Estados Unidos y Europa, tienen que alinearse juntos en el ámbito internacional para conseguir defenderse con alguna eficacia. El que se aísle se suicida. Los de incipiente industrialización tienen que someterse al imperialismo para que sus élites vivan en la abundancia, o se rebelan para hacer las reformas necesarias para que los recursos naturales se utilicen a favor de toda la población.
Así lo ha comprendido Hugo Chávez. Así lo comprendió antes Fidel Castro. Desde hace décadas los venezolanos han intervenido en el Caribe, discretamente eso sí, con el ánimo de estructurar un área de influencia política y económica. Su política exterior se desarrollaba muy activamente en las relaciones con los países caribeños, gracias al poder que les brindaba la explotación petrolera.
Hugo Chávez está interviniendo directamente en las elecciones de Bolivia, Perú y Nicaragua. Intervendrá en otros procesos electorales. Más que con discursos lo está haciendo con inversiones. La formación de empresas transnacionales latinoamericanas y la suscripción de convenios comerciales multilaterales con Venezuela constituyen las acciones más sólidas y profundas en el proceso de integración de América del Sur, que cuentan con el apoyo incondicional de Cuba y Bolivia, y la colaboración de Argentina, Brasil, Chile.
La suerte está echada. Por encima de obsolescencias como la soberanía y el principio de no intervención, verdaderas veleidades burguesas, en América se ha arraigado una tendencia integracionista auténticamente latina, de carácter multi estatal, que para triunfar no tiene otra alternativa que la de librar una lucha diaria en todo el continente contra las burguesías pro yanquis.

EL VOTO ENTRE LISTAS DEJA UN SALDO NEGATIVO

El voto entre listas resultó un cambio contraproducente porque indujo a los partidos y movimientos políticos a bajar el nivel y calidad de sus candidatos, tal como se ha podido comprobar en las distintas elecciones sucedidas en el siglo XXI.
Un ejemplo nos ayuda a comprender el asunto. Hace 4 años el Dr. Manuel Vivanco perdió la elección porque la Dra. Carmen Ocampo, que se hallaba en el segundo puesto en la lista de candidatos le aventajó en votos; lo mismo le ocurrió a Wadei Mahuad, que fue derrotado por su propia compañera de fórmula, la Dra. Soledad Aguirre. Lo mismo sucedió con los candidatos a concejales. Este fenómeno se presentó en todas las provincias, por lo que los políticos hicieron experiencia nivel nacional. La lección que les dejó fue la de que el candidato más fuerte dentro del partido, que se asegure la postulación en el primer puesto de la lista, para no correr el riesgo de que le pase lo mismo que a Manuel Vivanco o Mahuad, tenía que llenar la lista con ciudadanos de bajo perfil, con ilustres desconocidos, que a lo sumo se promocionen para próximos eventos electorales, pero que no se conviertan en triunfadores.
Un examen de las listas de candidatos a diputados, consejeros y concejales de la campaña que acaba de terminar deja traslucir claramente esta táctica, buena para los que encabezaron las listas, mala para la ciudadanía. Con excepción de Rafael Dávila que se arriesgó con Soledad Aguirre en el segundo puesto, los demás no se pusieron peligrosos rivales dentro de su propia lista.
Los resultados son contundentes: no se repitió el caso de que el candidato de primera línea fuera desplazado de la elección por alguno de sus compañeros de fórmula. Para el futuro tenemos el mismo panorama: los partidos y movimientos políticos estarán obligados a postular un buen candidato en el primer lugar y para los demás lugares nominarán militantes de bajo perfil, a menos que dentro del partido se llegare a imponer una fracción interesada en ganar la elección con otro militante que tendría que derrotar a su compañero del primer puesto.
El sistema de voto entre listas es perverso, profundamente perverso, convierte en rivales y competidores a los mismos compañeros de lista, lleva indefectiblemente a la traición.
¿Se mejoró la composición de la Asamblea Constitucional en las elecciones de 1997, cuando se aplicó por primera vez el voto entre listas? Era tan buena o tan mala como el Congreso Nacional que funcionaba simultáneamente, tuvo una mayoría arrolladora de social cristianos y demócrata populares, que terminaron dándonos una nueva Constitución sin innovación ideológica, y con algunas disposiciones nefastas como las del candado constitucional y la transitoria que afectó al IESS.
¿Se mejoró la calidad de los diputados elegidos para el Congreso Nacional en 1998 y 2002? Nadie creo que pueda dar una respuesta afirmativa. ¿Se habrá mejorado la elección de diputados que hicimos el 15 de octubre pasado? Todo parece indicar que a partir de enero de 2007 tendremos un Congreso Nacional más pobre y mediocre que el que está por salir.
La derecha promovió el cambio que creó la facultad del ciudadano para votar entre listas, con el ánimo de engañarlo al pueblo al hacerlo creer que ella se interesa en mejorar la situación, pero sabiendo perfectamente que las cosas seguirán iguales. Es la vieja táctica de cambiarlo todo para que todo siga igual. Y en este caso fuimos de Guatemala a Guatepeor. El voto entre listas debe ser eliminado y el pueblo para no pasar por estas pérdidas de tiempo que representan los cambios de maquillaje, debe unirse sólidamente a los partidos de izquierda que son los que verdaderamente promueven los cambios estructurales.

CANDIDATOS DECENTES E INDECENTES

Terminado el período de inscripciones de candidaturas vemos que tanto para presidente de la República como para diputados, el electorado tiene toda clase de opciones, desde las muy buenas hasta las repugnantes.
Ante la obligación moral y cívica que tienen los partidos de seleccionar buenos ciudadanos para candidatos, varios de ellos lo han hecho aceptablemente, de manera que los electores tienen la oportunidad de votar a conciencia para darle al país mandatarios que respondan a las necesidades de cambio que tenemos.

Otros partidos han hecho lo contrario, han preferido personajes de apetitos insaciables, que ven en la política el campo apropiado para hacer lo mas jugosos e inmorales negocios; personajes que además se han hecho acompañar de elementos descalificados para ejercer las funciones que se proponen, personajes que se han destacado en otros ámbitos como el deporte o la farándula, pero que resultan nulos para tomar decisiones de alta responsabilidad política o económica.

En la provincia de Loja hay 44 candidatos a diputados. Por lo menos 10 de ellos son ciudadanos probos, de limpia trayectoria, con la suficiente preparación para legislar, con las cualidades indispensables para representar bien a la provincia.
En consecuencia no se justifica el voto nulo, porque se puede demostrar que hay candidatos calificados, por los que se puede votar en procura de mejorar la marcha de la nación en los próximos 4 años.

Votar nulo en estas circunstancias sería rechazar el esfuerzo de los partidos que se han esmerado en presentar formulas decentes, sería menospreciar el sacrificio de compatriotas honestos que han aceptado terciar en estas elecciones para cerrarles el paso a los aventureros; votar nulo sería el resultado de dar lugar a ley del menor esfuerzo y caer en la irresponsabilidad de evitarse el trabajo de analizar cada de las candidaturas; votar nulo no mejoraría en nada las cosas, los resultados electorales, al contrario, contribuiría al triunfo de los que medran de la política.

Al mismo tiempo que los electores deben asumir una actitud positiva, la de dar su voto a quienes tienen las virtudes para merecer nuestra representación, deben castigar a quienes nos han defraudado, castigar a los cómplices de la debacle bancaria, cómplices del feriado bancario, cómplices de la dolarización acompañada de una espantosa devaluación de mas del ciento por ciento del sucre, castigar también a los candidatos de alquiler.

Los partidos serios ya han hecho lo suyo. Ahora son los electores los que tienen la responsabilidad de darle al Ecuador un Congreso Nacional de primera, de segunda o de tercera. Son los electores los decidirán si a partir de enero próximo tendremos un presidente de la República decente o uno indecente, si premian con las diputaciones a los honestos o a los ladinos.

JUGAR FÚTBOL CON LAS REGLAS DEL AJEDREZ

Hay un porcentaje elevado de ciudadanos que en sus comentarios sobre el funcionamiento de los partidos políticos, no los juzgan valiéndose de las reglas del juego político y los condenan porque éstos transgreden las normas que rigen en otras áreas del comportamiento humano. Ciudadanos que manifiestan el deseo de que los partidos políticos no hagan lo que se tiene que hacer para conquistar y conservar el poder.
Así como en los encuentros de fútbol los equipos lo que tienen que hacer es meter goles, los partidos políticos tienen que justificar su razón de existir consiguiendo conquistar el poder. Y así como no podemos censurar a los futbolistas por meter goles, a los militantes de los partidos no se les puede criticar por los esfuerzos que hacen para conservar el poder que tienen o para incrementarlo.
Sería tan absurdo pedirles a los futbolistas que entren a la cancha en busca del rey para comérselo como se hace en el ajedrez, así como solicitarles a los políticos que se abstengan de luchar por obtener un mayor control del Estado y de la sociedad. Los fines de la política, de la religión y de la ética son distintos y por lo tanto tienen diferentes métodos para conseguir sus objetivos.
Pasemos de las abstracciones a los hechos.
Numerosos columnistas de los periódicos nacionales, algunos de los cuales inicialmente mostraron simpatías por Rafael Correa, están lanzando diariamente sus dardos contra él, porque el presidente ha acudido a toda la fuerza a su alcance y en 6 meses ha logrado arrebatarle a la oposición el control de importantes instancias estatales, como el Congreso Nacional, el Tribunal Supremo Electoral y otras. Y la agresividad de Correa no descansa, pues, sigue en busca de tener el dominio sobre el Banco Central, las superintendencias, la función jurisdiccional, los medios de comunicación colectiva, etc.
Los columnistas se muestran alarmados por esa agresividad y claman día y noche suplicando o exigiendo a Correa que le ponga fin a lo que llaman “prepotencia”, que cambie y se muestre conciliador. Unos conscientemente y otros sin comprender el alcance de su petición, esos columnistas le están pidiendo a Correa que se suicide políticamente.
Si Correa hubiera obrado con el ánimo conciliador que le reclaman los periodistas de ideología burguesa, ya la oposición desde el Congreso Nacional se lo hubiera comido. Ya se habría diluido la posibilidad de realizar la Asamblea Constituyente y se habría perdido por completo la posibilidad de poner en marcha el proyecto de transformación profunda de las estructuras económicas y políticas del país.
Desde el punto de vista político, es lógico que un burgués pueda conciliar con otro burgués; en cambio, un gobierno que se identifique con los intereses de los trabajadores explotados no puede, por nada del mundo, conciliar con los explotadores.
Mientras Correa con palabras y con hechos golpea a la burguesía, se gana nuestra confianza, se asegura el apoyo de quienes sabemos que es indispensable atacarlo al capitalismo, todos los segundos, en todos los sitios. Y si Correa llegara a transigir con las cúpulas de los partidos tradicionales, tendríamos que entender que se ha rendido y ha desistido de su promesa de impulsar la socialización. Un entendimiento de Correa con los social cristianos, con el PRIAN o con la Unión Demócrata Cristiana, nos indicaría que nos ha traicionado y que ha escogido el mismo camino que Lucio Gutiérrez.
En los últimos días Correa ha golpeado duramente a la oligarquía al quitarle la CATEG y crear la UDELEG sin representantes de las cámaras guayaquileñas y de la Junta Cívica. Correa va a darle otro golpe a la oligarquía al quitarle las empresas eléctricas y al poner en marcha la construcción de grandes centrales hidroeléctricas. Dentro de la misma lógica está el combate verbal a las empresas dueñas de los medios de comunicación colectiva, a los dueños de la industria de la mentira, que nos han llevado a ignorar las monstruosas proporciones del festín que los oligarcas se han dado con el petróleo y las demás riquezas ecuatorianas. La gran prensa está desorientando al público, lo seguirá desorientando todo el tiempo para favorecer a los intereses de la oligarquía y el gobierno no lo debe tolerar.
Correa está demostrando que sinceramente quiere transformar al país para beneficiar a los marginados y además está demostrando que sabe cómo hacerlo. La cosa no es fácil, los riesgos de equivocarse son inmensos como les ha ocurrido a quienes se están distanciando del gobierno, sin embargo Correa soslaya la tremenda presión de la burguesía y continúa por el camino que debe recorrer nuestra sociedad para superar al capitalismo.
La derecha es experta en conservar las estructuras y no podrá jamás comprender cómo se hace una revolución, por eso se irrita al ver que Correa le va recortando su poder, por eso llegan al absurdo de pedirle que juegue fútbol con las reglas del ajedrez, es decir, que renuncie a la lucha por el poder, lo que esperamos que no ocurra.

Loja, 12 de julio de 2007.

EL INGLÉS COMO ARMA DE LUCHA CONTRA LOS LATINOS

La burguesía anglosajona radicada en Estados Unidos no quiere compartir su territorio con seres humanos provenientes de otros territorios; no quiere frenar la multiplicación de su opulencia para que otros puedan comer; no quiere consentir la presencia de más invasores. Rechaza brutalmente a los doce millones de “ilegales” y quiere blindarse contra la penetración latina.
La construcción de un muro de 3.000 km. es una de las expresiones del ánimo aislacionista que va dominando a dicha burguesía. Su nerviosismo no se queda allí y refuerza su enclaustramiento con 6.000 efectivos de la Guardia Nacional para impedir el acceso de los desesperados emprendedores que pugnan por ingresar a los territorios que los anglosajones les quitaron a los navajos, los siux, los secuoyas, y más habitantes nativos de Norteamérica.
Los anglosajones no solo se sienten amenazados por la presencia física de los que quieren ingresar a los Estados Unidos, sino también por la influencia cultural que pueden alcanzar otras etnias. Así se explica su presurosa declaración del inglés como idioma oficial del imperio.
¿No son estos signos de que la globalización tiene ciertas tendencias peligrosas para los Estados Unidos? ¿No son estas pruebas sólidas de que el país que más ha venido impulsando, conciente e inconcientemente, la globalización, ahora el fenómeno se le escapa de control y comienza a replegarse?
Lo cierto es que desde un punto de vista teórico la construcción del muro en la frontera con Méjico, el cordón armado de la Guardia Nacional apostada en la misma frontera y la declaratoria del inglés como idioma oficial, colocan a Estados Unidos entre los sienten alguna repugnancia por el neoliberalismo y la globalización.
En la práctica creemos que esos serán los resultados: estas y las otras medidas yanquis contra los migrantes alejarán al mundo del neoliberalismo y fomentarán el proteccionismo, en tanto que serán otras economías las que comiencen a sacar más ventaja de la incontenible globalización del planeta.
Con miras al futuro es un error garrafal poner cualquier tipo de restricción al uso y expansión de un idioma, especialmente si se trata del español, el chino, el ruso o el inglés. Las relaciones comerciales exigen que esos idiomas sean conocidos por los directivos de las empresas públicas y privadas internacionales. Y Estados Unidos se va en dirección contraria. Ya tendrá tiempo para arrepentirse. Los errores en política siempre se pagan.
La siguiente pregunta es ¿Se detendrá allí la burguesía anglosajona y mejor hará rectificaciones? La Historia nos contesta que no. Las tendencias sociales internas de las colectividades no se pueden manejar conciente y racionalmente. La burguesía anglosajona seguirá precipitándose hacia su decadencia y extinción, por lo que no podemos esperar rectificaciones, sino, al contrario, más reacciones sintomáticas de su miedo al fin que se les aproxima: mayor rechazo a las demás etnias y a las demás culturas. No cambiará políticamente en la dirección que le permita renovarse, recobrar fuerza y pujanza. Zozobrará como zozobró el Partido Comunista de la Unión Soviética, que no pudo asimilar los esfuerzos renovadores de las mentes lúcidas, como la de Mijail Gorvachev, y que persistió en sus defectos, en los defectos que estaban llevando y finalmente llevaron a la quiebra del Estado soviético.
Ese muro, esa Guardia Nacional, esa declaratoria del inglés como idioma oficial de Estados Unidos, son contribuciones a la lucha contra el neoliberalismo.

ACELERAR Y CONDUCIR LA INVASIÓN A ESTADOS UNIDOS

Frente a la estrategia de la burguesía anglosajona apoderada de los Estados Unidos para dominar el mundo y manejar el destino de los demás pueblos con total sujeción a los intereses económicos imperialistas, es completamente justo que las naciones sojuzgadas se tracen también su propio plan de defensa de su vida, su dignidad y su bienestar.
El plan de los explotados tiene que ser conjunto, entre los hombres de todos los continentes, para adquirir la hegemonía dentro de las Estados Unidos, tomarse el gobierno y cambiar la marcha política del mundo, a ala que se le inyectaría los más altos grados de solidaridad.
La invasión comenzó hace décadas y en la actualidad es un proceso irreversible; la burguesía anglosajona no la podrá detener de manera alguna. Solamente latinos hay unos cincuenta millones, que este primero de mayo marcaron una fecha histórica, pues de su total dispersión de fechas recientes, pasaron a mostrar un grado de organización importante, que cambió la calidad del proceso porque los latinos comenzaron a tomar conciencia de su poder y en el futuro no se podrá impedir que ese nivel de conciencia se eleve para irse convirtiendo en una fuerza con objetivos comunes que desemboque en la conformación de un partido político.
La burguesía anglosajona está desconcertada ante el fenómeno migratorio, lo que se reflejará en nuevas propuestas discriminatorias y represivas, como la de penalizar a los sin papeles y a los ciudadanos norteamericanos que les den trabajo o asistencia humana y la de construir una gigantesca muralla en la frontera con Méjico. Pero esas medidas desesperadas, totalitarias, al mismo tiempo que golpearán al movimiento de los migrantes, los inducirá a unirse más y a luchar por objetivos de largo alcance. Es decir, más tarde o más temprano, la burguesía anglosajona será derrotada.
Los que permanecemos en los países hispanoamericanos y nuestros gobiernos tenemos que contribuir al éxito político, económico y cultural de los compatriotas que están en los Estados Unidos. Hasta hoy los Estados que están al sur de la frontera del Tío Sam han obrado sin consecuencia con los compatriotas, están colaborando con la burguesía anglosajona, contribuyendo a hacer más dolorosa la vida de los emigrados y a reducir los beneficios que todos podemos obtener del movimiento. Por lo tanto los ciudadanos tenemos que señalar metas de corto, mediano y largo plazo, que debemos promover con nuestra propia organización y también obligando a los gobiernos a ponerlos en práctica. Entre esas metas podemos mencionar las siguientes:
1.- El Estado tiene que asumir la responsabilidad por el bienestar de todos sus súbditos, estén o no dentro del país, por lo tanto es obligación del Estado responde por las condiciones de salud, educación, trabajo y respeto a los derechos humanos de los ecuatorianos que se hallan en el extranjero;
2.- Derivándose de lo anterior y además como un acto de ineludible gratitud a quienes remitieron al Ecuador dos mil millones de dólares en el año 2005, el Estado debe instalar hospitales y clínicas, suscribir convenios con instituciones de seguridad social, y contratar personal médico, según las circunstancias para ofrecer servicios de salud a los ecuatorianos que están trabajando en otros territorios;
3.- También debe instalar escuelas y extender servicios de educación secundaria y superior a distancia a favor de los trabajadores o sus hijos;
4.- Debe organizar departamentos administrativos para dar asesoramiento legal en todos los aspectos a los compatriotas, especialmente para que legalicen su permanencia en los otros países. Y así por el estilo.